Una historia familiar construida piedra sobre piedra

Desde 1908, tres generaciones dedicadas al arte de la piedra, uniendo tradición artesanal y visión moderna.

Fundada por Vicente Domingo D’Aquino, inmigrante italiano y escultor.

Hoy incorporamos nueva tecnología, ampliamos materiales y perfeccionamos procesos, sin perder nuestra esencia artesanal.

Más de un siglo después, la calidad sigue siendo nuestra firma.

Evolución

La empresa creció de la mano de su familia, manteniendo intactos sus valores:
calidad, precisión y compromiso

- Qué nos define -

Excelencia técnica

Atención cercana y profesional

Rapidez de entrega
Asesoramiento experto

Cumplimiento de plazos

Precisión milimétrica

Historia

Más de un siglo honrando la piedra, la familia y el oficio

La historia de Antigua Marmolería comienza en 1908, cuando Vicente Domingo D’Aquino, un joven inmigrante italiano proveniente de Calabria, llegó a la Argentina con el sueño de construir un futuro a partir del trabajo de sus manos.
Su talento como escultor y su conocimiento de los materiales hicieron que rápidamente se destacara en un rubro donde la precisión y la sensibilidad artística eran esenciales.

Desde aquel primer taller en San Fernando, la empresa se dedicó no solo a la elaboración de mármoles y granitos, sino también a piezas únicas: esculturas ornamentales, fachadas talladas a mano, monumentos y trabajos funerarios de gran refinamiento. Cada obra llevaba la impronta de un oficio transmitido con respeto, paciencia y maestría.

Con el paso de las décadas, el taller creció junto con la familia. La segunda generación incorporó nuevos métodos, maquinaria y materiales, ampliando la capacidad productiva sin perder el espíritu artesanal que los distinguía. La tercera generación, hoy al frente de la empresa, continuó ese legado con una mirada contemporánea, integrando tecnología, nuevas superficies como Dekton y Neolith, cuarzos de última generación y procesos optimizados para obras profesionales.

A lo largo de más de 115 años, Antigua Marmolería acompañó transformaciones arquitectónicas, cambios estéticos y evoluciones en el diseño interior. Desde antiguas viviendas señoriales hasta obras modernas minimalistas, desde mesadas tradicionales hasta superficies ultracompactas, la empresa siempre mantuvo el mismo compromiso: calidad, precisión y cumplimiento.

Ese equilibrio entre tradición y modernización es lo que define a la marca hoy. Un equipo que combina experiencia técnica con sensibilidad estética, materiales seleccionados con exigencia y procesos de trabajo que aseguran resultados impecables. Desde el primer contacto hasta la instalación final, cada etapa se cuida con la misma dedicación que Vicente tenía frente a un bloque de piedra hace más de un siglo.

Antigua Marmolería no es solo un negocio familiar: es una historia viva.
Una historia construida con esfuerzo, con manos que aprenden del oficio y lo transmiten, con valores que no cambian y con una visión que se adapta a cada época.

Hoy, más de cien años después, la familia D’Aquino sigue sosteniendo esa esencia:
hacer de cada proyecto una pieza de calidad, confianza y diseño.
Y proyectar hacia el futuro un
legado que se renueva en cada obra realizada.